La voz aymara “Desde el inicio de los tiempos”
El sueño es el comienzo de la realidad. Desde el inicio de los tiempos, los Andes proyectan los mensajes para este tiempo.
Los sariris son los caminantes/ mensajeros de Los Andes al mundo que equilibran el flujo energético de los visible con lo invisible. Desde hace miles de años, generaciones tras generaciones, emprendieron viajes para llevar el mensaje de Los Andes, recorriendo continentes enteros.
Hoy, el rol de seguir llevando la sabiduría andina continua, más aún en este tiempo de transición, donde la esperanza es la luz en el horizonte de nuestras vidas. Los abuelos y las abuelas de Los Andes, custodios de las sabidurías ancestrales, comparten las enseñanzas a través de los sariris.
Este tiempo es para restablecer los ayllus, comunidades efectivas de estructura horizontal. Es tiempo de que las comunidades reestablezcan la armonía en esta época de cambio, no solamente a nivel humano, sino a nivel universal o “multiversal”. Nuestra Madre Tierra está en una ceremonia de reacomodo a las nuevas energías, por lo tanto, nosotros y nosotras también debemos entrar en esta ceremonia mágica de conexión de nuestra Pacha Mama. ¡Jallalla!
En Los Andes, existen varias familias con diferentes roles- entre ellos: Los yatiris, sabios Los amawtas, filósofos Los sauris, los tejedores que poseen la magia de la escritura de la vida Los luriris, los que hacen que las formas de expresión de vida existan Los sariris, los caminantes/mensajeros de Los Andes |
Por lo tanto, los abuelos y las abuelas nos dan una primera tarea, que es la de crear comunidades en el lugar que estamos, donde se vivencie la vida en comunidad en base a nuestros valores ancestrales y eternos, cuales son:
Restablecer la fuerza ancestral en nosotros no significa el retorno al pasado; es restablecer los principios y valores eternos del Multiverso. Por lo tanto, debemos trabajar en el respeto, la ayuda, la comunicación, la armonía hombre – mujer, el agradecimiento constante.
El pueblo aymara anuncia que este tiempo de cambio nos anticipa el brillo mayor del sol en nuestros corazones.
Chuymampi Jan Asjarasiña[1], con todo el sentimiento y sin temor.
Chuymampi: con todo el sentimiento. Tenemos la fuerza del secreto de la vida; somos uno solo en la aparente dualidad; las formas se expresan como una sola y van en un permanente viaje hacia la inmortalidad, a la conciencia.
Jan Asjarasiña: sin temor al cambio.
¡Jallalla! que se restablezca el orden universal, el orden primero, lo visible y lo invisible.
[1] Saludo ancestral aymara